jueves, 8 de diciembre de 2011

 DECLARACIÓN SOBRE JULIO CASTRO

                                 
Declaración
del Movimiento de
Educadores por la Paz.
                                                                                  diciembre de 2011
Frente al hallazgo de los restos de nuestro querido maestro Julio Castro creemos  necesario expresar:
·         El profundo dolor de saber detalles de un final terrible, más terrible aún de lo que imaginábamos.  Creíamos posible que no hubiese soportado la tortura y que su frágil salud claudicara por la brutalidad con que era ejercida;  pero no podemos comprender cómo alguien pudo torturar durante tres días y  ejecutar cobardemente a una persona agonizante como Julio.  Tampoco comprendemos cómo muchos de lo autores de semejantes bestialidades siguen sueltos caminando entre nosotros.

·         El impacto social que ha tenido el hallazgo de sus restos sólo es comparable al que producen los más atroces crímenes contra la humanidad y  refleja que el pueblo uruguayo no ha perdido la sensibilidad, los valores y solidaridad que Julio predicaba y practicaba. 

·         Julio ha reconciliado a los maestros  con la sociedad; después de muchos años  se dicen cosas positivas de los maestros y esa es una contribución más, a treinta y cuatro años de su desaparición, para la dignificación de la tarea docente y el papel de la educación. Nuevamente Julio Castro cumple la tarea de hacernos encontrar con el otro, como en los congresos y las reuniones gremiales o políticas de antaño.

·         Quienes lo asesinaron además de la vida, le quisieron robar la muerte. Pero a pesar de las mentiras su nombre se refugió durante décadas, clandestino, en bocas, papeles y en corazones para quedarse para siempre entre nosotros. Hasta que la tierra habló.  Julio es  hombre “quedado”  decía Quijano, se sabe cuándo llega pero le cuesta partir y Julio se quedó, sigue hoy junto a nosotros.

·         Al ocultar sus restos bajo tierra, sus asesinos no pudieron borrar los caminos que Julio trazó sobre ella; quienes estallaron su cráneo no sabían que con ello difundieron más aun sus ideas.   La vigencia de su pensamiento pedagógico y político nos permite convocar  -  convocarnos - a redoblar el esfuerzo por Verdad y Justicia,  a redoblar el esfuerzo por una educación popular, autónoma, más justa, universal, contextualizada en  el medio en el que se desarrolla, comprometida con los Derechos Humanos y la Cultura de Paz, dotada con los recursos necesarios para funcionar dignamente.

·         Por último compartimos un pensamiento extraído de  La educación y la independencia nacional,  Rumbo 9, Instituto Cooperativo de Educación Rural (ICER) Montevideo, 1966. 
“Los educadores, minoría privilegiada por cuanto su destino profesional los pone en la situación de crear y orientar el pensamiento colectivo, no pueden ni deben desertar de la tarea de poner claridad y realidad en el planteo de los problemas del Continente. Y ello vale tanto para el proceso de su formación, como para el sentido de las enseñanzas que impartan”.
Por el Movimiento de Educadores por la Paz
Maestro Víctor Brindisi                                                 Mtro. Prof. Julio Arredondo Larrosa
                    Secretario                                                                                         Presidente 
                

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